Cuando trabajamos en entornos digitales, solemos enfocar nuestras estrategias de una manera global, teniendo en cuenta todos los actores que nos pueden ayudar en este medio.

No es nada extraño que si, por ejemplo, tienes un e-commerce, apoyes tus estrategias comerciales con contenidos y campañas en redes sociales, Google ads, partners con influencers, venta a través de Amazon etc

Sin embargo, en los últimos tiempos estamos viendo que todo aquello que hasta ahora funcionaba de una manera, está poco a poco cambiando, así como los resultados que podemos conseguir a través de los mismos.

En gran parte esto es debido a los cambios de algoritmos que están aplicando constantemente todas estas plataformas y servicios, a los que no tenemos acceso y que afectan directamente a los resultados de las empresas.

Durante este tiempo, muchos han apostado con fuerza por utilizar todos estos servicios externos sin darse cuenta de que, aunque crearían que por tener un perfil con usuario y contraseña eran dueños de sus cuentas, nada de todo esto es de su propiedad, quedando a la merced de estos gigantes tecnológicos.

Todo esto no es ni malo ni bueno, es simplemente una realidad de la que debemos ser conscientes y actuar en consecuencia. Sin embargo, hay algo que no ha cambiado y debemos recordar. Tu web sigue siendo tuya, tú eres su propietario y lo que pase en ella, mayormente, depende únicamente de ti.

Es por eso, que en un momento tan volátil como el actual, es importante tenerlo siempre en mente y volver a poner en valor la página web de tu empresa o la tuya personal. Se trata de un espacio en el que vender sin intermediarios, en el que compartir el contenido que quieras sin tener que pasar por políticas de uso ni estar sujeto a determinados criterios.

Como  contaba Pep Bonet en una entrevista que le hicieran hace poco, "está claro que las redes sociales han cogido mucha fuerza, pero es fundamental disponer de un espacio donde uno se pueda presentar y expresar tal y como es. Las redes sociales no te dan esta posibilidad."

Tu web te permite una libertad que no vas a encontrar en muchos lugares más. La puedes crear con la plataforma que quieras, puedes customizarla con las funcionalidades que necesites y puedes adaptarla y editarla ajustándola a cada campaña o estrategia.